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TRAILER DE LA SEMANA

martes, 12 de junio de 2012

La serie Thunder y Heat representa choque de corrientes

La final de la NBA que jugarán desde hoy martes los equipos de Oklahoma City y Miami, será algo más que un duelo entre los ‘Tres Amigos’ del Heat: Lebron James, Dwyane Wade y Chris Bosh, contra el ‘Duo Dinámico’ de los Thunder: Kevin Durant y Russell Westbrook.

Será también el enfrentamiento de dos corrientes que desde hace un tiempo se contraponen en la Liga de básquet profesional, y que en cierta forma dieron lugar a que la actual temporada regular 2011-2012 se recortara a 66 en vez de 82 juegos, debido a un cierre patronal.

Una filosofía, representada por Miami, se basa en comprar campeonatos reuniendo varias estrellas de salarios astronómicos. La otra, reflejada en Oklahoma City, defiende el derecho de los mercados pequeños a sacar su tajada del pastel de 4.000 millones de dólares de ingresos anuales que deja esta Liga.
David Stern, comisionado de la NBA, está más que contento con que las cosas hayan salido de esta forma. La final Miami-OKC garantiza buenos ratings televisivos –no todos los años una final enfrenta al líder canastero (Durant) contra el Jugador Más Valioso de la campaña regular (James)–, y es un respaldo a la tesis de Stern de apoyar a los equipos de mercados reducidos.

Oklahoma City, ciudad del centro estadounidense de casi 600.000 habitantes, disfrutará como ninguna la presencia de su única franquicia profesional en una final. Tanto Miami como OKC llegaron a esta disputa del campeonato dejando por el camino a dos equipos repletos de veteranos, como Boston Celtics, los primeros; y San Antonio Spurs, los segundos.

El Heat pasó más trabajo para salir de unos aguerridos Celtics, que cayeron más por el cansancio acumulado en dos duras series ante Atlanta y Filadelfia, que por el ficio de sus rivales.

El camino

Miami, con sus ‘Tres Amigos’, avanzó a su segunda final consecutiva tras dejar en el camino a New York Knicks (4-1), Indiana Pacers (4-2) y Boston (4-3).

En los dos últimos topes del choque contra los Celtics debió acudir a su ala-pivot Bosh, quien aún no estaba del todo recuperado de una lesión abdominal sufrida en el primer partido ante Pacers, y que le mantuvo inactivo hasta su reingreso ‘in extremis’ en Boston, la pasada semana.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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